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¿SUFRES DE ASMA? MASCOTAS Y DESODORANTES AMBIENTALES PODRÍAN AGRAVAR ESTA CONDICIÓN
La sensación de pecho apretado, tos crónica, ahogo y un ruido al respirar similar a un silbido, son algunos de los síntomas que experimentan quienes padecen asma, una enfermedad inflamatoria de la vía aérea que, si no es tratada correctamente, puede provocar serias complicaciones.
En nuestro país, entre el 5 y el 10% de la población vive con esta condición, que se agrava ante la presencia de algunos agentes desencadenantes, como humo de cigarro o la caspa de las mascotas, llegando incluso al deterioro irreversible de la función pulmonar.
Si quieres controlarlo, lo mejor es evitar su exposición, aunque es importante considerar que no todas las personas que sufren alergias padecen asma, así como tampoco quienes tienen asma sufren siempre de alergias.
Sustancias en el hogar: ciertos inhalantes empeoran la inflamación de la vía aérea en forma progresiva y pueden gatillar una crisis de asma. Algunas de ellas son los detergentes, los insecticidas en spray, el cloro, algunos desinfectantes, solventes de pinturas o similares, humo de incienso, parafina, humo de leña, y por supuesto, el humo del cigarro.
Virus: provocan una inflamación de la vía aérea, lo que empeora los síntomas de una persona asmática posterior al resfrío, por eso aumentan las crisis obstructivas en invierno, cuando se presenta el peak se enfermedades respiratorias.
Aire frío: el uso de aire acondicionado, que es frío y seco, aumenta la irritabilidad de la vía aérea y puede producir obstrucción, desencadenando alguna crisis de asma.
Medicamentos: siempre debes comentar a tu médico los medicamentos que estás tomando, ya que existen algunos utilizados para tratar la hipertensión arterial que pueden favorecer la obstrucción bronquial.
Ejercicio: El ejercicio aeróbico en un grupo de pacientes, principalmente niños y jóvenes, puede desencadenar una obstrucción, lo que una vez reconocida es tratable, permitiendo realizar actividad física sin problemas.